Siempre tendí a evocar lo antiguo. Esta evocación magnética persiste hoy con una narrativa más sugestiva buscando únicamente representar el fenómeno visual que quisiera ver...una atmósfera encantada…y peligrosa a la vez. La cultura del pasado funciona en mí como un detonante que provoca la relectura que produce al fin obras contemporáneas; admirándolas, ni impresionistas, ni puntillistas, tampoco Op Art como me han dicho: tienen a mi pesar su propia ley, que sólo entiendo certera y plenamente con la intuición. La comprensión me lleva a pensar en el tiempo, su indefinición, su misterio, los recuerdos los sueños…las dimensiones de éstos. Una reflexión pictórica sobre el tiempo, los sueños, los recuerdos y lo efímero del ser. Además, son al fin autorretratos...la representación abstracta de mi propia alma.