Las últimas obras de Mariano Cinat revelan un lugar clandestino de imaginación donde los silenciosos susurros hacen eco de los deseos antiguos y casi olvidados del alma. El trabajo de Cinat es de gran escala, que recuerda a las exhibiciones monumentales de grandeza pública. Dentro del mundo de Cinat hay una búsqueda de recuperación. El poder, el respeto y el mando conducen por caminos de reclusión infinita. Con un misticismo sin ataduras, su obra nos transporta a una cantera atemporal de arquitectura semitransparente y paisajes interminables de imaginación indeterminable. La regresión del intelecto humano se produce cuando somos arrojados, dando tumbos por los pasillos de nuestro subconsciente. El nivel inferior siempre alusivo de Cinat, lleno de restos de vidas pasadas, es, con mucho, un vestigio. Al darle la vuelta a la percepción con un contexto referencial mínimo, Cinat nos permite suspender con éxito nuestro pensamiento entrenado y la expectativa de experimentar perspectivas menos convencionales. Con un momento de calma, Cinat prepara el escenario con la yuxtaposición de ambiente y entorno, creando un reino etéreo, de origen casi mágico. No tengas miedo de las idiosincrasias espirituales, sino regocíjate en la continuidad de la vida. Experimente los matices de un maestro del color y la emoción mientras Cinat refresca los sentidos. Despertar de nuestro sueño en un mundo sin conectividad